Nuestra, querida (por unos) y temida (por otros), Maduixa tenía una casita muy bonita de madera de color verde para que pudiera resguardarse del frío, el sol y la lluvía. Pero por desgracia, entre la lluvia y ella (Maduixa), han hecho mella en la pobre caseta. Así que, mi suegro se ha puesto manos a la obra, y le he está construyendo una nueva.
Os muestro cómo va la cosa:
PERSAFARM
Esto es otra cosa. Ya le puedes dar las gracias a tu suegro.
ResponderEliminarRuego lo mismo que en el blog de viajes quita lo de verificar las palabras porque es un coñazo para publicar comentarios.