Por lo demás, siguen pasturando junto con las cabras y se van acercando los unos a los otros, pero a la hora de buscar un aliado que las defienda, se arriman rápido a mi marido o a mí.
Son unos buenazos los dos, pero Conguito hace igual que las cabras, se arrima a ti para que le acaricies, Tongue aún no, pero poco a poco. A peores leones hemos domado (véase el claro ejemplo de Mori, pues corría despavorida por toda la granjita cuando intentabas tocarla, y ahora se pone celosa si tocas a las otras cabras en vez de a ella).
Os dejo unas fotos del paseo matutino. Cabe decir que hoy tengo muy pocas fotos que valgan la pena, prometo hacer más y en mejores condiciones:
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