Ayer cuando llegamos a la granjita vimos a Floqueta apartada del rebaño, caminando un pelín rara... Nos extrañó su comportamiento pues le faltaban 2 semanas para ponerse de parto, pero en cuánto nos acercamos a ella, ya pudimos ver que el momento había llegado... Cómo hay veces que desde que aprecias los primeros síntomas de parto hasta la fase expulsiva pasan muchas horas, y queríamos que cuando llegara el momento tuviera fuerza, decidimos que saliera a comer con el rebaño. Bien es cierto, que estuvo comiendo durante un buen rato, apartada de los demás y sin alejarse demasiado de mi lado. Hasta que sobre las 10 de la mañana no pudo más y empezó a sacar la primera patita. Así que me puse a llamar como una loca a mi marido, y en cuanto llegó, le asistimos el parto.
Ha tenido una preciosa hembra a la que hemos puesto por nombre Avellana, pues como podéis ver en la foto, nació debajo de un avellano...
Al poco rato las instalamos en el corral que usamos a modo de paridera y ya pudimos observar que no era todo "flors i violes"... La pequeña estaba muy débil y no se ponía en pie... Así que, para variar, nos tocó hacer las mil y una para intentar que se levantara, que comiera, etc. Ahora no la vemos tan débil, pues come, hace caca, se levanta de vez en cuando ella sola, hace 4 pasitos patosos y se vuelve a tumbar.
Sabemos que es aún muy pronto para cantar victoria y que los próximos días son primordiales para que sobreviva, así que, aunque sea difícil, haremos todo lo que esté en nuestras manos para intentar sacarla adelante.
PERSAFARM
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